A lo largo de la vida vamos atravesando por diferentes etapas, algunas resultan maravillosas y nos llenan de sentido, sin embargo en ocasiones se nos presentan situaciones difíciles que hacen que nuestro equilibrio emocional y personal se tambalee. No sabemos o no podemos responder adecuadamente y nuestra vida parece que se interrumpe.
Normalmente, esperar a que los problemas se solucionen por sí mismos porque sólo es una «mala racha que se pasará» no suele funcionar y usar una y otra vez las mismas estrategias que ya hemos utilizado sin éxito, tampoco parece que vaya a dar solución a esos problemas que nos ahogan.
Cuando las circunstancias de nuestra vida nos impiden crecer adecuadamente, cuando los problemas se nos amontonan, nos inundan y no vemos la salida, es cuando debemos pensar en solicitar ayuda profesional. Tal vez un psicólogo pueda ayudar.
En esos momentos es cuando resulta útil y beneficioso contar con alguien que nos ayude a tomar distancia para observar la situación en perspectiva y ayudarnos a decidir adecuadamente. Un profesional que nos proporcione otra alternativa más eficaz, que nos ayude a conseguir las metas que queremos para nuestra vida.
- Depresión,
- tristeza,
- apatía,
- duelo,
- problemas de pareja
- Ansiedad,
- obsesiones,
- estrés,
- fobias,
- preocupaciones
- Problemas de sueño,
- trastornos de la conducta alimentaria,
- dolor crónico,
- ludopatía
