La personalidad, el rasgo, el temperamento, el carácter y …

El término Personalidad, deriva de persona, palabro que proviene del latín persōna, y éste probablemente del etrusco phersu («máscara del actor» o personaje), el cual -según el DRAE- procede del griego πρóσωπον [prósôpon].

El concepto de persona es un concepto principalmente filosófico que expresa la singularidad de cada individuo de la especie humana, en contraposición al concepto filosófico de «naturaleza humana» que expresa lo supuestamente común que hay en ellos.

Pero hoy no quiero hablar de personas, sino de personalidad. Un hermoso jardín del cual no sé como voy a salir. Veamos.

La personalidad es un conjunto de formas de comportarse y pensar que tenemos cada uno de nosotros, que van a hacer que nos diferenciemos unos de otros y que se ven afectadas por el crecimiento y desarrollo de la persona. Incluye actitudes, formas de relacionarse con los demás, habilidades, hábitos y formas de pensar.

Se trata de un constructo (un constructo es una cosa que se sabe que existe, pero cuya definición es difícil o complicada. En realidad muy complicada), que al igual que la inteligencia, ha generado numerosas investigaciones.

A lo largo de la historia, muchísimos autores, personas de esas que parece que saben de lo que hablan, han intentado definirla, así como plantear posibles teorías que faciliten la comprensión de un concepto, que a simple vista parece fácil.

Porque todo el mundo sabe lo que es la personalidad, claro.

Por cierto… ¿cómo la definirías tú?

¿Cuántas veces hemos utilizado la palabra personalidad en nuestra vida diaria? Se suele utilizar en múltiples oportunidades, por ejemplo:

-Para definir aquellas personas de alguna forma importantes en mi vida «Hernesto es un chico con mucha personalidad».

-Para referirnos a alguna eminencia que ha realizado algo importante «Ramón y Cajal fue una auténtica personalidad en histología y anatomía patológica» (¡Chúpate esa, Camilo Golgi! -aunque compartierais el Nobel-).

-Para referirnos a alguien que es diferente a los demás, y que no se deja llevar por lo que otros digan: «fulanito es que tiene mucha personalidad»; o bien por todo lo contrario «no tiene ninguna personalidad»

Como se va viendo, el término es utilizado para designar diferentes aspectos pero, realmente, ¿qué entendemos por personalidad?

Lo cierto es que no existe unanimidad al definirla y existen diferentes definiciones:

  • Para unos, se trata de la organización dinámica o conjunto de procesos que integran el flujo de la experiencia y la conducta.

  • Otros la explican en relación a cómo se define cada persona (lo que se parece muchísimo al autoconcepto), o el sentido que tiene el individuo de quien es él.

  • Otros más consideran que es la forma característica de pensar y comportarse que tiene cada uno, como hábitos, actitudes, o, en general, la forma particular de adaptación de cada quien a su entorno.

En resumen que no es fácil.

En base a las definiciones de personalidad que se han propuesto a lo largo del tiempo, podemos sacar en claro los siguientes aspectos fundamentales:

  • La personalidad es ni más ni menos que un constructo hipotético que incluye una serie de rasgos, relativamente estables a lo largo del tiempo y consistentes (no varían de una situación a otra) y que permite, de alguna manera, predecir la el comportamiento de la persona.

  • En la personalidad se incluyen otros elementos como pensamientos, afectos y motivaciones que determinan la conducta y que pueden explicar que la personalidad a veces no sea tan consistente y estable como pareciera en algunas circunstancias.

  • Abarca la totalidad de las funciones y las manifestaciones de la conducta de cada uno, las cuales serán fruto de elementos estables y dinámicos, influencias personales, sociales y culturales. Es algo distintivo y propio de cada persona y ésta buscará adaptar su conducta a las características del entorno, a ésto se le denomina “coherencia conductual”.

Pero como era de esperar, el concepto de personalidad no viene solo.

Para entender la personalidad es importante tener en cuenta qué es un rasgo, qué es el temperamento y qué es el carácter, ya que son conceptos relacionados (o incluso constructos, si, esas cosas de difícil definición).

Se entiende por rasgo de personalidad, aquellos elementos absolutamente fundamentales para entender la personalidad. Estos elementos no son observables directamente, y parece que hay que deducirlos (o inferirlos) de los comportamientos que la persona lleva a cabo.

Además son elementos que no están presentes normalmente, sino que dependen de la importancia que tenga cada situación para cada uno. Son de carácter general, también son estables en el tiempo y suelen aparecer de la misma manera en distintas situaciones.

Como ejemplo podemos pensar en una persona extrovertida, de la que diríamos que es alguien que busca el contacto con los demás, pero ¿siempre, siempre, siempre busca el contacto con los demás?

La respuesta sería: pues va a ser que  no. Por otro lado podríamos plantearnos, ¿a simple vista se puede ver si alguien es divertido o no? Pues tampoco. Es algo que se tiene que intentar deducir observando como se comporta.

El temperamento se refiere al «estilo» del comportamiento, de alguna manera es la parte no aprendida (me da cierto apuro decir genética, aunque me temo que tendré que decirlo tarde o temprano), es decir, a las diferencias de carácter constitucional que se dan en los procesos fisiológicos que buscan el equilibrio en el organismo, y que están influidos a lo largo del tiempo por la herencia, la maduración y la experiencia.

Algunas características asociadas al temperamento podrían ser:

  • Se trata de una dimensión biológica: serían influencias innatas y constitucionales del organismo que intervienen en la personalidad.

  • Tiene un origen genético y una base base biológica.

  • Su desarrollo es temporal, es decir, está sujeto a procesos de maduración y experiencia.

  • Aparición temprana (el temperamento surge en los primeros años de vida, incluso antes que la personalidad).

  • Está vinculado a la esfera de las emociones, incluyendo la forma y el estilo de la conducta.

Para entender mejor en qué consiste el temperamento podríamos pensar en las pruebas que se les hacen a los recién nacidos evaluar su temperamento, cuánto tarda en despertarse y cuánto en calmarse.

El carácter, por contra y a diferencia del temperamento, se forja en función de los valores de cada individuo y de la sociedad en la que vive, de su sistema educativo y de cómo son transmitidos.

Se trata de un conjunto de costumbres, sentimientos, ideales, valores y alguna que otra cosa, que hacen relativamente estables y predecibles las reacciones de una persona.

Va a incluir, por tanto valores (componentes afectivos y cognitivos) y componentes motivacionales y comportamentales.

Un ejemplo sería: «si uno tiene una idea, una costumbre, un valor, eso puede hacer o va a influir en el comportamiento que tenga o en las metas que pretenda alcanzar».

Espero que haya quedado claro que no es fácil hablar de personalidad y que hay que ir con pies de plomo si se quiere ser medianamente honesto tanto con las personas que le pueden leer a uno, como con uno mismo.

Debo reconocer que este articulillo tiene una malévola intención, que tal vez se plasme en algún que otro rollo de esos que se escriben y se publican y que puede que aparezca próximamente. O no.

Permanezcan atentos…

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