Pequeño manual para luchadores contra el coronavirus.

Si estás leyendo esto, quiero que sepas que, quieras o no, te guste o no, ya estás reclutado para combatir a un enemigo que nos afecta a Todos.

La realidad es la que es, y además es muy tozuda. Aunque te niegues a aceptarla, ahí está. No entiende de color de piel, ni de ideologías, ni de creencias. Puedes creer lo que gustes. No va a cambiar. Sobre todo si no haces nada.

¿Y qué puedes hacer?

Fundamentalmente colaborar y arrimar el hombro.

Resulta imprescindible que nos quedemos en casa el mayor tiempo que nos sea posible. Procuremos no salir a la calle. Es la recomendación más segura y nuestra misión más importante como luchadores contra este mal común. Es también lo más eficaz que podemos hacer para salir pronto victoriosos de esta situación.

Entiende que permanecer en casa es lo más correcto e imprescindible. Debe ser una idea constante en nuestro pensamiento y si me apuras en las conversaciones con quienes nos acompañan en casa.

Es posible que se hayan cometido errores y también es posible que alguno más se acabe cometiendo. La medicina no es una ciencia exacta y el enemigo es nuevo. Aunque no te lo creas estamos en el proceso de conocer cómo es, y en ese proceso a veces se dan palos de ciego, que nos sirven como lección y para aprender de nuestros errores. Pero eso no nos va a impedir seguir adelante. Y vencer.

La situación va a depender mucho de nosotros mismos, de nuestro respeto, hacia nosotros y las demás personas, de nuestra honestidad y nuestro compromiso con la misión. El cumplir con las recomendaciones que nos vayan dando es nuestra principal responsabilidad.

Nuestra vida ha cambiado sustancialmente y casi de la noche a la mañana. Vamos a tener que cambiar nuestras rutinas. Casi todas. Por eso hay que organizarse y pensar bien lo que podemos hacer, cuándo, cómo y con quién hacerlo. Planifica, piensa en actividades que uno puede realizar solo (si es la situación) o en compañía. No lo dejes a la improvisación.

Planifica todo lo que necesites relacionado con la alimentación y otros productos de primera necesidad para salir a la compra lo menos posible. Procura hacer una lista para que no se te olvide nada…

Intenta escribir todas las ideas que se te ocurran para estar tiempo en casa sin salir. Organizar alguna actividad para que toda la familia opine y decidáis juntos. Es una manera de que todos os sintáis responsables. Ten en cuenta que en esta lucha, hasta los niños son guerreros.

Vais a estar mucho tiempo juntos, es importante respetar espacios, necesidades particulares y tiempos diferenciados.

A veces ayuda el escribir todo esto y diseñar una especie de horario que esté visible para todos los de casa y que sea flexible, para poder modificarse con el acuerdo de todos los que estáis compartiendo esa experiencia (no todas las familias son iguales, cada una tiene una experiencia, parecida, o distinta).

Para esta, como para todas las luchas resulta imprescindible informarse, por supuesto, Pero habría que hacerlo adecuadamente. Habría que buscar la información OFICIAL, CONTRASTADA Y NECESARIA.

La preocupación y la falta de confianza en los medios autorizados (no solamente por la ley, sino por autoridades especializadas que nos den una información real, veraz y contrastada) hace que tendamos a la sobreinformación. Comenzamos a leer noticias, algunas falsas, otras veraces, otras tremendistas, otras tendenciosas, alarmistas y fundamentadas en… nada.

La sobreinformación puede llegar a ser muy nociva, tóxica a veces, porque puede provocar sensaciones de desasosiego, e incluso abandono por parte de quienes se preocupan por nosotros, que son absolutamente contraproducentes. Hay que buscar información, por supuesto. Pero la justa y correcta.

Comparte esa información con quienes te acompañan en casa. Sé prudente y usa mensajes constructivos y adecuados a la edad de cada uno, sobre todo con los más pequeños. Intenta no difundir, crear o esparcir rumores, ni estar todo el rato hablando de eso.

Las redes sociales están bien, pero con prudencia. Hay miles de noticias falsas e informaciones inútiles que ni siquiera los medios serios pueden contrastar convenientemente porque se producen a millones y pueden hacer que perdamos la tranquilidad con mucha facilidad. Y lamentablemente, ése es su objetivo. Desestabilizarnos.

Mantente conectado con tus familiares que no viven en tu casa, amigos, compañeros de trabajo y especialmente con las personas mayores, sean o no familiares tuyos. Charlar con ellos sobre cómo estamos afrontado esta situación no va a ayudar, evitando en lo posible, eso si, alimentar miedos e inquietudes.

Si puedes, y si te es posible, puedes recurrir a las videollamadas, así se facilita el contacto y puedes aportar tranquilidad a la otra persona, que puede ver que estás bien.

Mantener la calma y la visión de que estamos haciendo lo correcto nos va a ayudar en todo momento. Porque estaremos haciendo las cosas bien.

Puedes aprovechar esta nueva situación, que se sabe que es temporal para hacer cosas y disfrutar de esos momentos que casi nunca podemos vivir, debido al ritmo y la organización de la vida que solemos llevar.

Hay muchas actividades de las que nos podemos aprovechar. Puede que nos resulte raro al principio, porque no suelen formar parte de nuestras rutinas habituales y tal vez pensemos que no podemos o no sabemos vivirlas. Pero eso no tiene por qué ser así, al contrario. Encontrar espacios para estar juntos, leer, también para trabajar, claro, para jugar con nuestros hijos (juegos de mesa, interactivos, online en familia), momentos de lectura juntos, seleccionar vídeos musicales, tutoriales o películas para compartir… Busca la complicidad de los que te acompañan.

Puede ser un tiempo perfecto para la creatividad tanto si estás solo como en compañía. Puedes cocinar, hacer esos pequeños arreglos que siempre se dejan para otro momento, puedes redecorar la casa. Se puede organizar un concurso de ideas para decorarla, o para preparar comidas distintas a las habituales.

Puedes ordenar los armarios y desechar la ropa que ya no utilizas, piensa en quién puede aprovecharse de ella, o si se puede vender por ciertas apps… Ya sabes.

Si se puede, intenta hacer esto en compañía, valorando positivamente todas las ideas que surjan entre todos: un taller de cuentos, relatos cortos, pequeñas historias, algo que os haga pasar un momento divertido.

Cuando todo esto pase, puede que haya menos momentos para este tipo de actividades.

También se puede hacer deporte en casa. Habría que planificar esta actividad. Se pueden encontrar nuevas aplicaciones o tutoriales para diferentes edades. Además de ser divertido, lo mismo nos mantiene en forma y aumentarán las sustancias estimulantes de nuestro cuerpo que nos hacen sentir bien. Así se reduce un poco la aparición de síntomas de depresión y ansiedad, mejora el funcionamiento de nuestro cerebro, activa nuestro cuerpo y aumenta la sensación de bienestar.

Evitando obsesionarte y preocuparte en exceso, valora el estado de salud en el que os encontráis y procede como nos están indicando las autoridades si detectas alguna situación que te preocupe.

Hay que darle mucha importancia al autocuidado: recibir luz natural, si se puede, durante 20 minutos al día, toma una dieta equilibrada, hidrátate convenientemente, duerme un número de horas adecuadas y, muy importante, no pierdas el sentido del humor.

Si lo crees conveniente, pide ayuda a tu red de apoyo.

Y para terminar, cuida especialmente tu estado de ánimo, lo que dices y sobre todo cómo lo dices, sobre todo si hay niños en casa.

Pero no sólo éso, cuida mucho tus pensamientos y emociones de manera que puedas construir y responder adecuadamente a momentos en los que el ánimo nos falla y la sensación de incertidumbre y desasosiego surge.

Y recuerda que gracias a tu labor, a tu lucha, estamos combatiendo el coronavirus y entre todos lo vamos a vencer.

NO ESTAMOS SOLOS.

SOMOS PARTE DE UN EJÉRCITO Y TODOS ESTAMOS LUCHANDO.

HASTA QUE LOGREMOS LA VICTORIA.

Este texto, está copiado casi palabra por palabra de un documento que ha publicado el Colegio Oficial para la Psicología de Madrid, que se titula “Orientaciones para la gestión psicológica de la cuarentena por coronavirus”. Espero que no se enfaden mucho y no acabe preso por plagio, porque permiso, lo que se dice permiso, no les he pedido…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *